“-Me volví una víctima
-¿Y qué era antes?
-Un victimario
-¿No puede haber una tercera vía? ¿Un mundo donde hombres y mujeres se
respalden?”
(Pourriat, 2018)

Durante mucho tiempo se ha planteado a modo de concientizar el qué pasaría si se invirtieran los roles de género que tradicionalmente se han asignado tanto a los hombres como a las mujeres, en los que aún hay una notable aceptación o normalización de la dominación de los primeros hacia las segundas, pero más allá de imaginar cómo el ponerse en el lugar del otro podría ayudar a deconstruir las relaciones diarias entre ambos, queda hasta ahí, como una idea en el imaginario, pues hay un antecedente generacional que ha conllevado a lo que actualmente tenemos como normalidad con un definido sistema sexo-género en la convivencia en sociedad con las características, ya sean masculinas o femeninas, designadas culturalmente para cada sexo (López, 2018), pero, ¿cómo sería si realmente existiera un mundo alterno?

Producida por la francesa Éléonore Pourriat, entre cuyos trabajos también destacan las producciones ‘Tú serás un hombre’ (2013) y ‘Mayoría Oprimida’ (2010), la cinta ‘No soy un hombre fácil’, es sin duda un filme que se presta bastante para la reflexión de los tan definidos estereotipos de género que aún predominan en la sociedad, introduciendo una realidad alternativa en donde estos se invierten y se pasa a un mundo bajo el matriarcado.

El inicio de la historia no presenta nada que pueda percibirse como anormal: un hombre soltero y coqueto que no distingue cuando cruza la línea hacia el acoso ni el momento en que sus micromachismos pasan a macro, pero todo cambia cuando tras recibir un golpe, despierta en un ‘mundo al revés’, en donde tiene que enfrentarse a su versión femenina y a las opresiones de vivir bajo un mundo dominado por las mujeres, y en el que el movimiento de hombres ‘masculinistas’ que buscan respeto e igualdad de oportunidades, es objeto de burlas y deslegitimación.

Cuando el hombre despierta en esta otra dimensión, puede observarse una confianza en sus diálogos y reacciones al no ser consciente del grado de acoso y discriminación que está recibiendo, pues al provenir de un universo a su favor, se siente con seguridad y en su zona de confort al no verse como el sexo oprimido, pero este privilegio acaba una vez que va pasando más tiempo en esta realidad alterna.

A simple vista para espectadores, puede parecer un filme cómico en la medida de lo irreal e inconcebible de observar algo ‘tan fuera de lugar’ a los papeles que socialmente se han asignado y están ya establecidos, sin embargo, es preciso reflexionar que se trata de la realidad en pleno 2025 para muchas mujeres a quienes aún no se les toma en serio en la oficina, calle, hogar, espacios públicos, etc., además de enfrentarse a las burlas y a los comentarios que buscan deslegitimar su discurso una vez que levantan la voz para denunciar los abusos, o el que incluso su mismo género no llegue a representarse con la lucha del colectivo que demanda públicamente las injusticias y desigualdades.

“¿Qué le molesta? ¿Recibir cumplidos o que le busquemos de beber?” Es uno de los diálogos que una poderosa mujer le espeta al protagonista a modo burlesco, pues debido al privilegio que socialmente se le ha otorgado, desconoce o no es consciente de los abusos físicos, sexuales, económicos y profesionales que el otro sufre, demeritando y desacreditando su ‘discurso masculinista’ con base en la exigencia de respeto con justos argumentos.

Para algunas generaciones, debido a las revoluciones del pensamiento, no es fuera de lo común el que ya no haya una imposición ni distinción de roles conforme a los estereotipos de género, pero el que haya personas que se relacionen con comunidades tan diversas y de mente abierta, que aceptan y se desarrollan más allá de lo tradicionalmente impuesto, no quiere decir que no haya personas que al mirar esta película, puedan tomar como una ofensa la cosificación y ‘vulnerabilidad’ de la imagen masculina, cuando lo que en realidad se busca es la reflexión de lo injusto que es el recibir un trato diferente por lo que en tu libertad quieres llevar puesto, o el limitarte a lo que se espera de ti únicamente por cumplir o llenar una etiqueta que se te ha impuesto socialmente, sin aceptar o contemplar la diversidad de cada género.

Más allá de causar revuelo negativo con esta película, Pourriat nos regala una excelente oportunidad visual para la concientización, para que de alguna manera esto contribuya poco a poco a traspasar las barreras de los límites impuestos por los estereotipos de género, y así, poder tener una completa y respetada libertad del ser más allá de lo que se espera de alguien de acuerdo a su sexo.

Referencias

• IMDb. (s/f). Eléonore Pourriat. https://www.imdb.com/es-es/name/nm0693844/
  López, M. (2018). Antropología de género: veta para la investigación. Diario De Campo, 75, 45-49. https://revistas.inah.gob.mx/index.php/diariodecampo/article/view/9289
  Pourriat, É. (Directora). (2018). No soy un hombre fácil [Película]. Autopilot
  Entertainment; Film Invaders.